No pude evitar comprar el libro, y el amable poeta me lo dedicó (…Para la estrella de tu cielo siempre es de día…). Las páginas del libro estaban repletas de poesías que hablan de los sentimientos humanos, de la paz, la libertad y de las cosas que nos son prescindibles aunque nos parezca que no.“Llevo un sombrero de viento
y unos zapatos de tierra.
Soy caminante sin
tiempo. Soy amador sin medida.
Hoy aquí, y mañana ¡que importa
donde…!”
Otros versos que me gustaron son estos:
La poesía que da fin al libro es la siguiente:“No puedo envidiar al millonario
Porque amo la libertad y no el dinero”
Para terminar, me gustaría mostrar mi admiración por este autor, que anda deambulando por la vida haciendo lo que más le gusta.“Muchas lunas han pasado
desde que dejé tierra firme.
Preferí los peligros
de la mar
a la monotonía ciudadana.
…¿Hasta cuando resistirá mi precaria
balsa
el avanzar y avanzar contra la corriente?”
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