jueves, 27 de marzo de 2008

Déjame, pensamiento, déjame, de Luís García Montero

DÉJAME, PENSAMIENTO, DÉJAME...

Déjame, pensamiento, déjame,
mañana seré tuyo,
volveré a ser tu presa.
Pero hoy,
mientras la luz araña en los árboles y pide
una oportunidad,
quiero que me recoja la inútil primavera.

A la casa del frío
regresaré mañana, cuando el tiempo
exponga sus razones
y el corazón pregunte
lo que falta por ver,
cuántos latidos
pueden quedarle para detenerse.
Luís García Montero

domingo, 23 de marzo de 2008

La rebelión de Atlas, de Ayn Rand

"El hombre (cada hombre) es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por su propio esfuerzo, sin sacrificarse a otros ni sacrificar a otros para si mismo. La búsqueda de su propio interés racional y de su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida."
Ayn Rand


Esta es la cautivante historia de un hombre que prometió detener el motor del mundo... y lo hizo. De profundo mensaje y soberbio suspenso, "La rebelión del Atlas" es un relato de misterio, pero no en torno del asesinato físico de una persona, sino de la muerte y resurrección del espíritu humano. Desconcertantes hechos se producen en la vida de los personajes: un lúcido inventor debe luchar, no contra sus enemigos, sino contra aquellos a quienes más admira; un genio de la producción se transforma en vulgar playboy; un talentoso industrial trabaja para su propia destrucción; un gran compositor abandona su carrera la noche de su triunfo; la bella directora de un ferrocarril transcontinental se enamora del hombre al que había jurado matar...
En la década de los '80, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos hizo una encuesta, preguntando cuál era el libro que mayor influencia había tenido en la vida de los encuestados. El primero en el ranking fue La Biblia, el segundo, La Rebelión de Atlas (Atlas Shrugged). Puedo dar fe de esa capacidad de impacto por mi propia experiencia.
En mi vida hay un antes y un después de leer Atlas Shrugged. Aún recuerdo las palabras de mi mentor al recomendármelo: "¡Qué envidia te tengo, Fredy! ¡Ojalá pudiera volver a leer Atlas Shrugged por primera vez!" Hoy, me hago eco de esas palabras, al introducir a una nueva generación de lectores de habla hispana a este verdadero tesoro de la literatura y la filosofía universal. Espero que todo aquel que se zambulla en el texto encuentre en él la misma visión que cambió mi vida: una sociedad libre, basada en el respeto incondicional por el ser humano.
Fredy Kofman Boulder, Colorado, 2003

Algunas citas:
  • "Existo, luego pensaré".
  • "Juro por mi vida y por mi amor por ella, que nunca viviré para otro hombre, ni pediré a otro hombre que viva para mí".
  • "La maldad del mundo se hace posible sólo por la sanción que tú le das".
  • "No digas que tienes miedo de confiar en tu mente porque sabes tan poco ¿Estás más seguro abdicando ante los místicos y descartando lo poco que sabes? Vive y actúa dentro de los límites de tu conocimiento, y continúa expandiéndolo hasta el fin de tus días. Redime tu mente de la casa de empeños de la autoridad. Acepta la verdad de que no eres omnisciente, pero que convertirte en un zombi no te dará omnisciencia- que tu mente es falible, pero abandonarla no te dará infalibilidad- que un error al que hayas llegado tú mismo es más seguro que diez verdades aceptadas por la fe, porque el primero te deja con los medios para corregirlo, pero las segundas destruyen tu capacidad para distinguir la verdad del error."
  • "El dinero es tu medio de supervivencia. El veredicto que pronuncies sobre tu fuente de subsistencia es el veredicto que pronuncies sobre tu vida. Si la fuente está corrupta, has maldecido tu propia existencia ¿Has conseguido tu dinero mediante fraude? ¿Comerciando con los vicios o la estupidez de los hombres? ¿Sirviendo a necios, en la esperanza de conseguir más de lo que merece tu habilidad? ¿Rebajando tus estándares? ¿Haciendo trabajo que desprecias para compradores de los que te burlas? Si es así, entonces tu dinero no te dará ni un momento ni un céntimo de alegría. Entonces, todas las cosas que compres se convertirán no en un tributo hacia ti, sino en un reproche; no un logro, sino un recordatorio de vergüenza."
  • "¿No nos habían hablado siempre de lo vicioso de la competición por beneficios, donde los hombres tienen que competir por ver quién hace un trabajo mejor que sus compañeros? Muy vicioso, ¿verdad? Bien, tendrían que haber visto como era cuando todos nosotros teníamos que competir por ver quién hacía el peor trabajo posible. No hay forma más segura de destruir a un hombre que forzarlo a estar en un puesto donde su objetivo deba ser no hacer las cosas lo mejor que sepa, donde debe luchar por hacer un mal trabajo, día tras día. Eso acabará con él con él más rápido que el alcoholismo o la vagancia."
  • "Honestidad es el reconocimiento del hecho de que lo irreal es irreal, y que por lo tanto no tiene valor, que ni el amor, ni la fama ni el dinero son valores si se han obtenido mediante fraude-que intentar ganar un valor engañando a los demás es un acto en el cual pones a tus víctimas en una posición más alta que la realidad, donde te conviertes en un peón de su ceguera, un esclavo de su falta de pensamiento y sus evasiones, mientras que su inteligencia, su racionalidad y su percepción se convierten en enemigos a los que tienes que temer y de los que tienes que huir -que no te importa vivir como un parásito, ni siquiera como un parásito de le estupidez de otros, o como un necio, cuya fuente de valores viene de los necios a los que consigas engañar- que la honestidad no es una virtud social ni un sacrificio por los demás, sino la más profundamente egoísta virtud que el hombre pueda practicar: Su negativa a sacrificar la realidad de su propia existencia a la conciencia engañada de los demás."
  • " La razón que mi familia ha durado durante tanto tiempo; es que ninguno se le permite ser un D´Anconia de nacimiento, sino que se espera que se convierta en uno."
  • " ¿Cual es la clase más depravada de ser humano?: Aquél que no tiene propositos."
  • " No hay nada de importancia en la vida más alla de lo bien que uno hace su trabajo."
  • " El hombre (cada hombre) es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por su propio esfuerzo, sin sacrificarse a otros ni sacrificar a otros para sí mismo. La búsqueda de su propio interés racional y de su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida."

domingo, 16 de marzo de 2008

Luces de bohemia, de Valle Inclán

Hoy voy a hablar sobre mi obra de teatro preferida, Luces de Bohemia, de Valle-Inclán.


El protagonista, Max Estrella, es el típico poeta romántico y bohemio: ciego por la sífilis, malviviendo en un quinto piso y casado con una francesa. Es un bebedor nato y no se separa de don Latino de Híspalis, su amigo-mecenas, que no se moja por él más de lo necesario. Con la excusa de sacarle más dinero a un librero por una de las obras de Max, ambos personajes se embarcan en una aventura épica, un descenso a los infiernos que resulta la ciudad para los poetas sin dinero. Visitan una taberna, la calle, Max es detenido…24 horas de desventuras en las que los protagonistas se rodean de figuras como Rubén Darío o el Marqués de Bradomín.

Aunque está escrita como una obra de teatro, Luces de Bohemia parece ser más un manifiesto, una declaración de intenciones (si tenemos en cuenta el estilo de los textos anteriores, como las Sonatas) y, sobre todo, un texto acerca de la misma literatura. El escenario, el hábitat del poeta, es ese submundo de las tabernas, las esquinas, los cementerios; donde las marquesas llevan tacones arrugados y los enterradores discuten de filosofía. Todo esto basado en una España que se cae y se regodea en su decadencia, y donde, en palabras de don Latino, “es un delito el talento”.

Max se refiere a todo este cosmos como el esperpento. Ramón María del Valle Inclán, con la excusa que supone escribir una obra de teatro, nos habla de las revoluciones (en tanta cantidad y con tan poca calidad), de los recitales anónimos en tabernas anónimas, de las mujeres que se dejan palpar en la oscuridad y de las jóvenes generaciones que quieren cambiar el mundo. Recupera para nosotros el mito de los poetas que se mueren de frío y nos sirve, en bandeja, esta crítica social pero, también el ridículo que se regodea en el ridículo, la conciencia y culpa de los espejos rotos, el esperpento.

sábado, 8 de marzo de 2008

Hoy, después de tantos días sin escribir nada por aquí, pongo una nueva entrada!
Ayer, cuando llegué a casa después de pasar toda la semana en Zaragoza, mi madre me tenía guardado un regalito: era un calendario de la biblioteca de aquí. Era un curioso calendario, que yo creo que tenía forma de caja de CD. En cada mes habían puesto fotos de portadas de libros, acompañadas de frases sobre literatura que me parecieron interesantes, y que las voy a poner aquí:
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Enero: Algunos libros son inmerecidamente olvidados. Ninguno es inmerecidamente recordado (W.H. Auden)
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Febrero: La lectura alimenta el espíritu y le da reposo cuando está fatigado por el esfuerzo (Séneca)
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Marzo: Los libros hacen libre al que los quiere (Vicente Espinel)
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Abril: Aunque he viajado por todo el mundo, no sé si de hecho he salido de aquellos primeros libros que leí (Borges)
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Mayo: En manos del lector, los libros tienen su destino (Terenciano Mauro)
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Junio: Quien quiera conocerse que abra un libro (Jean Paulhan)
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Julio: Yo, que me imaginaba el Paraíso bajo la especie de una Biblioteca (Borges)
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Agosto: Allí donde se queman los libros al final también al final se queman hombres (Heinrich Heine)
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Septiembre: No hay libro tan malo – dijo el bachiller – que no tenga algo bueno (Miguel de Cervantes)
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Octubre: Las lecturas que se hacen para saber no son, en realidad, lecturas. Las buenas, las fecundas, las placenteras son las que se hacen sin pensar que vamos a instruirnos (Azorín)
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Noviembre: Un clásico es alguien a quien todo el mundo querría haber leído pero nadie quiere leer (Mark Twain)
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Diciembre: El gusto por la lectura es un cambio de las horas de aburrimiento que uno tiene que tener en su vida, por horas deliciosas (Montesquieu)
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Además, en el calendario aparecían frases de los usuarios referidas a la biblioteca, que también me parece oportuna ponerlas:
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“Leo, no para evadirme, porque no es posible evadirse. Voy a hacer una frase de escritor: leo para aprender mi Libertad.” Maktoub, un usuario.

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“Siempre me sorprende agradablemente, ver la dedicación de las personas que trabajan en la Biblioteca. Uno les expone el tema y ya está: se movilizan y todo se pone en movimiento para ayudarte. Es realmente sorprendente. Ahora ya estoy acostumbrado, pero al principio eso me dejaba con la boca abierta. Me preguntaba yo: pero, a fin de cuentas, ¿qué importa lo que busco yo?” Un usuario.

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“En realidad, lo que más me marco fueron los bibliotecarios. En la biblioteca donde creí había siempre una bibliotecaria que me recomendaba obras de ciencia ficción, novelas policiacas…Ella sabía que yo era principiante. Me conoce desde que era chico; me sacaba cuando me portaba mal.” Un adolescente.

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“La biblioteca es una caja de ideas, una caja de sorpresas. Cuando yo era pequeño, cada vez que iba y luego salía, tenía la sensación de haber descubierto algo, me sentía más grande. Mediante la lectura uno se desarrolla, tiene un modo de vida diferente al de los demás. La biblioteca es como el agua.” Fethi, un usuario.

Bueno, pues esto es todo por hoy.

Hasta la próxima!

domingo, 2 de marzo de 2008

La lola, de Manuel Machado

LA LOLA

"La Lola se va a los Puertos.
La Isla se queda sola".
Y esta Lola, ¿quién será,
que así se ausenta, dejando
la Isla de San Fernando
tan sola cuando se va...?

Sevillanas,
chuflas, tientos, marianas,
tarantas, tonás, livianas...
Peteneras,
soleares, soleariyas,
polos, cañas, seguiriyas,
martinetes, carceleras...
Serranas, cartageneras.
Malagueñas, granadinas.
Todo el cante de Levante,
todo el cante de las minas,
todo el cante...
que cantó tía Salvaora,
la Trini, la Coquinera,
la Pastora...,
y el Fillo, y el Lebrijano,
y Curro Pabla, su hermano,
Proita, Moya, Ramoncillo,
Tobalo -inventor del polo-,
Silverio, Chacón, Manolo
Torres, Juanelo, Maoliyo...

Ni una ni uno
-cantaora o cantaor-,
llenando toda la lista,
desde Diego el Picaor
a Tomás el Papelista
(ni los vivos ni los muertos),
cantó una copla mejor
que la Lola...
Esa que se va a los Puertos
y la Isla se queda sola.
Manuel Machado